martes, 9 de marzo de 2010

A L F O M B R A


Pasamos por la vida sin detenernos un momento a escuchar nuestras palabras u observar nuestras acciones, somos capaces de criticar, burlarnos o sorprendernos de lo que otros hacen, sin entender que tal vez nosotros también lo hemos hecho ya durante este camino, una mañana platicando con Ma Elena (mi abuelita ) me dejó una de tantas enseñanzas de vida, no eres quien para criticar o juzgar las acciones y palabras del que tengas frente, porque tarde o temprano el destino se encarga de cobrártelo y que tus palabras caigan frente a ti y lleguen directas a la alfombra para bien o para mal, nuestra lengua de repente pareciera que mide kilómetros y al cobrar vida lleva inmersos comentarios irónicos y recriminantes obvio hacia los demás , pero cuando estos se nos regresan y nos dejan callados, tocamos nuevamente la alfombra y ahi tirados nos llega el recuerdo de aquellos reproches y llega el arrepentimiento de haber dejado que la lengua se desenrolle a su gusto y vaya por ahí lastimando y destruyendo vidas y sueños, amores y sorpresas, gustos y aventuras, anhelos y emociones, en fin, debemos amarrarla y soltarla solo para que lo que de ella salga no lo regrese al triple y nos regrese a la alfombra.

Dedicado a Ma Elena con amor.