Termina la tarde y veo tras la ventana como se asoma la Luna, la que ha sido testigo de noches eternas de miradas, aquella que me provoca nostalgia y un suspiro, suspiro por pensar que ahí estás y de la misma manera lo repites donde estés, no tienes ni idea del tiempo que llevo pensando en ti, imaginado tu voz, tus manos y tu rostro, puedo hasta sonreír de los chistes que aun no escucho, pero eso me causa felicidad, vaya que tonterías, estar enamorada de alguien que aún no conozco y tener de cómplice a la Luna, pero eso es lo mejor, cuando el destino decida ponerte en mi camino, con sólo ver tu rostro sabré que eres tú, que valió la pena amarte desde antes y darte un espacio es este corazón.
Luna tu que puedes verlo, mandale una señal con esa luz que irradias y recuerdale que aquí estoy esperándolo.
