Desperté ese día con una sensación extraña, algo raro estaba pasando y era necesario consultarlo, fui a ver a la persona indicada, la cual me explicaría que estaba sucediendo, su mirada y el tono de su voz me espantó, tenía razón ,algo estaba mal y había que revisar de inmediato, la acompañe a un lugar más grande, dejamos su consultorio y fuimos al hospital, de inmediato me recostaron y me colocaron un cinturón en mi pancita, entraba y salía un doctor con cara de preocupación, la misma que empecé a adoptar, al regresar Martha me dijo... " tiene que nacer hoy, sus latidos son muy bajos" me pusé a llorar de terror, no entendía por qué?, mi niña sólo tenía 7 meses, no era momento de salir, me opuse y dije " no es momento, ella aún no está lista, se me va a morir", Martha muy seria y en su papel me dijo... " ok, no lo hacemos, me voy este fin a Morelia, nos vemos el lunes y te saco a la niña pero muerta", carambas que duras palabras, me puse a llorar de pavor ahora, seguí sus instrucciones y dije.. adelante, confío en tí.
Entré a su lugar con una actitud totalmente diferente a un año atrás, es cierto, ya sabía lo que ahí hacían, pero era diferente, esta vez, iba con miedo de perderla, cuando escuché su llanto, lloré junto con ella, al verla le dí gracias a Dios por dejarla vivir, hoy está conmigo y soy muy feliz, ella es mi niña especial María Fernanda.