sábado, 9 de mayo de 2009

Cuando me volví invisible

Ahora entiendo el peso de que los años transcurran, tiempo atrás me sentía indispensable, fuerte y muy solicitada, hoy todo cambió, desde mi físico hasta mis actividades, mis manos están llenas de manchas que mi madre las llamaba flores de panteón, mis piernas ya no están tan firmes y se han vuelto frágiles al igual que mis brazos, mi vista desgastada se corrige con unos anteojos, mi voz ya no es de juventud, ahora se escucha lenta y diferente, mi caminar uyy mi caminar es cada vez más lento y peligroso, todo se modificó , sabía que esto sucedería, estaba ya preparada para este momento pero jamás me preparé para dejar de ser visible a la gente, hoy cuando hablo pareciera que ya nadie me escucha, que mis palabras están igual que mis oídos, pasan a mi lado y pareciera que no esta nadie, que triste es llegar a ser vieja e invisible.
Debo entender que mis hijos ahora ya crecieron y tienen a los suyos, que su vida ya no depende de mí, que ahora hay alguien que depende de ellos, que si no vienen a verme, no significa que no me quieran, solo que hay cosas mejores que hacer que estar al lado de una anciana, sí esa mujer que hace unos años era su todo, hoy se ha vuelto solo el estorbo.
Escucho como hablan y se expresan de mí, mis lagrimas salen de mis ventanitas y puedo escuchar cómo se va desgarrando mi corazón , lo único que quiero es volver a ser visible.

11 comentarios:

  1. Triste.
    Pero nadie es invisible eternamente.
    Siempre tenemos algún recuerdo para las personas que han sido importantes para nosotros.
    Sigue escribiendo, Patricia.
    Te agradezco que me hagas reflexionar.Un beso.

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  2. Es triste que esta historia sea la historia de la mayoría de los ancianos... y que tonta es la mayoía de la gente, pues no debería hacerlos sentir invisibles, sino aprovecharlos al máximo, porque estar con ellos debes ser momento para aprender de su Gran Experiencia y Sabiduría.
    Un beso.
    Eli,

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  3. Juanjo
    Me da gusta que estas al pendiente del blog, gracias por tus comentarios.
    Un beso

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  4. Eli
    Esta historia fue gracias a las palabras de mi abuelita, un día ella estaba hablando y no la escuchamos, de ahi salió la frase de soy invisible y fue la inspiración a esto, pero tienes razón, somos injustos y a veces hasta crueles con los viejitos.
    Saludos

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  5. me dolió, esta es uan muy buena llamada de atención, de no dejar que ciertas personas se hagan invisibles, je y justo hoy la lección de Cábala dice esto:

    Piensa en una persona que haya cambiado tu vida. ¿Qué tal si él o ella no te regresara una llamada, no te contratara, amara, enseñara, guiara o estuviera ahí para ti? ¿Qué tal si no te abrieran las puertas?


    Hoy, toma responsabilidad de lo que tú puedes hacer por alguien más.

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  6. viejos los cerros.

    interesante post. Saludos

    Hola

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  7. Ojalá tu abue pudiera leer el blog, se sentiría muy bien de ver que no es invisible para nada ni para nadie.

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  8. Toño
    Gracias por tu mensajito y es cierto, es hora de hacer pausa y ver de que manera nuestra indiferencia lastima a los que nos rodean y bueno ahora menciono a una anciana, pero también puede quedarle a cualquiera.
    Te sigo leyendo.

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  9. Michael
    Gracias por pasar por el blog y por el comentario.
    Saludos

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  10. Ana
    Hay amiga sabes que eso sucede con la llegada de los años y por más que se le diga que no, ella así se siente en ocasiones.

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Si estas aquí es porque supongo que te gustó lo que escribí, gracias por tomarte el tiempo y dejarme unas lineas